Almacenamiento de leche materna

El mejor alimento para tu bebé es la leche materna. Contiene todas las propiedades necesarias (nutrientes, vitaminas, minerales y proteínas) para el desarrollo y crecimiento de tu bebé.

La leche materna puede extraerse para su uso posterior y ser utilizada cuando las circunstancias impidan que la madre esté con su bebé. Por ejemplo, en el momento de que debes regresar a trabajar después de tu licencia de maternidad.

Planifica para poder adquirir los implementos necesarios para la extracción de la leche para que tengas todo listo al momento que vayas a iniciar este proceso.

Los implementos utilizados para la extracción de la leche materna son

  • Bomba de extracción o sacaleches
  • Envases (biberones) de plástico duro o de vidrio
  • Bolsas especialmente diseñadas para la extracción de la leche materna.

 

El modo de almacenarla para que pueda mantener sus propiedades depende del tiempo en que se va a utilizar y donde la vas a almacenar.

 

He aquí algunas recomendaciones de cómo hacerlo de manera segura y correcta.

 

  • Primeramente, lávate bien las manos y todos los recipientes y/o implementos que vayas a utilizar para la extracción y conservación de la leche. Asegúrate de colocar la fecha en que estás realizando la extracción, y el nombre de tu hijo en caso tal que debas entregar los recipientes al personal de una guardería.

 

  • A la hora de almacenar la leche materna, se recomienda de que sea en cantidades o proporciones pequeñas. Unas 2 a 4 onzas para no desperdiciar. Si después de que hayas alimentado a tu bebé, queda residuos de la leche, puedes aun utilizar los mismos en un lapso de 2 horas, siempre y cuando posterior al uso, estos sean refrigerados.

 

  • Muy importante refrigerar la leche después de su extracción. La leche recién extraída puede estar a temperatura ambiente (hasta unos 25 °C) por un periodo máximo de 4 horas. Pero lo más recomendable es refrigerarla inmediatamente después de la extracción.

 

  • Al refrigerar, coloca los recipientes en la parte posterior de la nevera, y debe ser utilizada en un tiempo no mayor de 8 días. Preferiblemente que la rotación de los recipientes y/o consumo de la leche refrigerada sea dentro de los 4 días después de la fecha de extracción.

 

  • Para poder calentar la leche extraída que fue conservada en el refrigerador, coloca el biberón en un recipiente de agua tibia o debajo de un chorro de agua tibia. No calientes la leche materna en el microondas, ya que no puedes regular la temperatura en la cual vayas a calentar y no solo haces que se pierdan las proteínas contenidas en la leche sino también y muy importante, puedes tener el riesgo de que tu bebé se queme con la leche caliente.

 

  • Puedes optar también el congelar la leche materna, siempre y cuando no vayas a utilizarla dentro de las próximas 24 horas. De igual forma que la leche refrigerada, no dejes que pase más de 4 horas que la misma fue extraída o que ha estado en temperatura ambiente para proceder a congelarla. Siempre mejor colocarla de inmediato en el fondo del congelador. La leche congelada dura hasta 6 meses.

 

  • Para descongelar la leche puedes hacerlo de dos formas, ya sea que coloques el recipiente de leche en agua tibia, agitando suavemente el recipiente en el agua hasta que la leche se descongele o que coloques el recipiente de leche en el refrigerador el día anterior a utilizarse.

 

  • La leche descongelada se puede refrigerar hasta unas 24 horas, no se puede volver a congelar.

 

  • No coloques los recipientes en la puerta de la nevera ni del congelador, ya que colocados allí y al momento de abrir la nevera y el congelador, la temperatura cambia y no va a aportar al proceso de refrigeración ni congelación de la leche.

 

También es importante saber que la leche materna que se extrae cuando el bebé es un recién nacido no satisfará de la misma forma las mismas necesidades del bebé cuando tenga unos meses más. Además, las indicaciones para el almacenamiento de la leche materna pueden variar para bebés prematuros, enfermos o internados.

 

A medida que vayas normalizando las cantidades de extracciones que realizas, mayor es la cantidad de leche que producirás. Procura mantenerte hidratada y tomar muchos líquidos, esto también ayuda a la producción de leche.

 

Te recomendamos que hagas algunas prácticas de cómo utilizar los implementos antes de que hayas ya regresado a trabajar para que puedas así tener una mejor idea del tiempo que toma realizar todo el proceso. Así también puedes ir alimentando a tu bebé, intercalando el pecho con el biberón, ya que hay veces que él bebe se acostumbra solamente a un método de alimentación, y después puede que rechace el biberón por no estar acostumbrado a ello. 

Las prácticas de extracción las puedes hacer, en el momento que estás dando pecho a tu bebé, extraer de un pecho mientras alimentas a tu bebé con el otro o entre comidas, es decir antes o después de haber alimentado a tu bebé. Suena como si estuvieras haciendo malabares, pero la verdad después de intentarlo agarras el ritmo o te acostumbras a cómo hacerlo.

La efectividad de la extracción de la leche tiende a aumentar con el tiempo. Escoja, preferiblemente y de ser posible, un sitio tranquilo donde el riesgo de interrupciones sea mínimo.

 

 

Links de referencia

 

https://www.healthychildren.org/Spanish/ages-stages/baby/breastfeeding/Paginas/storing-and-preparing-expressed-breast-milk.aspx

https://es.familydoctor.org/lactancia-como-extraer-y-almacenar-su-leche-materna/

http://www.laligadelaleche.es/lactancia_materna/almacenamiento.htm

http://albalactanciamaterna.org/lactancia/tema-3-manejo-de-la-leche-materna/conservacion-de-la-leche-materna-extraida/

https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/infant-and-toddler-health/in-depth/breast-milk-storage/art-20046350

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