El amor en tiempos de demencia

Un sentimiento que muchas veces nos da las fuerzas para tolerar momentos difíciles. Esto adquiere más sentido en las familias que son afectadas por un cuadro demencial.

En este artículo tomaremos de referencia la demencia tipo Alzheimer que es la más frecuente. Este amor se convierte en muchas ocasiones en el dínamo que nos permite generar las fuerzas necesarias para poder enfrentar la metamorfosis que va causando la demencia en la persona y apoyar así, a nuestro ser que sufre. Ese ser amado, por el cual realizamos duele en dos ocasiones; primero al cambiar su personalidad que nos aleccionaba, que nos daba orientación o si era nuestro compañero (a), con la cual compartíamos un cine, una decisión, simplemente una fiesta o planificábamos un futuro juntos que nunca llegó.

Ese amor que nos obliga a buscar fórmulas, ecuaciones donde podamos fraccionarnos y hacer hasta lo imposible para que no les falte nada, ya que ellos no son capaces de cuidarse.

La moneda nos muestra su otra cara cuando la vida nos pone en la difícil situación de cuidar a alguien que nos fue infiel, nos maltrataba, no estaba ahí cuando crecíamos y que por el vínculo virtual existentes nos arrincona. Entonces ese amor que nos da fuerza, ya no es amor, si no frustración, rabia, injusticia, porque entonces nos toca cuidar o ser responsable de alguien por el cual nos sentimos ambivalentes.

¿Qué hacer?

Cuando hay amor, hay que alimentarse de toda la información que nos da las herramientas necesarias para reconocer cada etapa con la frente en alto. Cuando el amor no está presente, o por lo menos no lo sentimos así, debemos buscar asistencia para nosotros y así diluir nuestra ira o reconvertirla en un sentimiento que no nos consuma, ni nos convierta en algo que no somos y podamos hacer lo correcto.

El que apoya a una persona con demencia enfrenta muchos retos, estos serán demoledores si no entendemos bien que transpira nuestra alma. Realizar la pregunta: ¿si estamos haciendo el bien por qué no nos sentimos bien? Volcarnos hacia nuestra espiritualidad, hacia Dios nos dará las fuerzas para cometer nuestra labor en donde en algunos casos devolveremos la moneda y en otros casos solo ofrecemos la otra mejilla.

Medicina Familiar - Clínica Hospital San Fernando

Share this post