¿Qué es la hipertensión?

Hipertensión es el término que se utiliza para indicar la presión arterial alta, esta es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre al cuerpo.

 

Es una patología tratable, que, bajo estricto seguimiento de las recomendaciones médicas, se puede evitar complicaciones graves tales como infartos, una trombosis cerebral o una hemorragia.

La medición de la presión arterial generalmente se presenta como dos números. El número superior se le llama presión arterial sistólica, significa la presión que genera el corazón cuando bombea la sangre al resto del cuerpo y el número inferior se llama presión arterial diastólica, que es la presión de los vasos sanguíneos entre los latidos del corazón. La medida utilizada para la presión arterial es milímetros de mercurio (mmHg)

Una presión arterial normal es cuando la lectura es menor de 120/80 mmHg en la mayoría de los casos.

Una presión arterial alta es cuando la presión arterial es de 140/90 mmHg o mayor en la mayoría de los casos.

Muchas veces y la mayoría de las personas que sufren de presión alta no presentan síntomas y por tal motivo la enfermedad puede pasar desapercibida. Algunos pacientes pueden sentir dolores de cabeza, sangran por la nariz, tienen dificultad de respirar, pero en ocasiones estos suelen considerarse síntomas inespecíficos.  

Lo cierto es que en muchos los casos los síntomas no se presentan hasta que la presión arterial haya alcanzado una etapa grave o potencialmente mortal, por eso la prevención es clave.

 

Existen algunos factores en donde los pacientes pueden tener un mayor riesgo de sufrir hipertensión arterial, tales como:

  • Obesidad: Es más común que las personas con sobrepeso u obesidad tengan presión alta ya que dependiendo de su peso, más sangre es necesaria para suministrar oxígeno y nutrientes a los tejidos. El aumento de volumen de sangre que circula por los vasos sanguíneos aumentará la presión ejercida sobre las paredes de las arterias.

 

  • Tomar demasiado alcohol

 

  • Antecedentes familiares con hipertensión

 

  • Alto consumo de sal, puede hacer que el cuerpo retenga líquidos, lo que aumenta la presión arterial.

 

  • Fumar: Las sustancias químicas encontradas en el tabaco, pueden dañar el tejido que recubre las paredes arteriales.  Esto tiene como consecuencia el estrechamiento de las arterias, lo que incrementa la presión arterial. El fumador pasivo (humo de segunda mano) también puede sufrir de un aumento de la presión.

 

  • Estrés: Altos niveles de estrés pueden causar un aumento temporario de la presión arterial.

 

  • Algunos trastornos crónicos como enfermedades renales, diabetes, hipertiroidismo, hipotiroidismo y apnea del sueño pueden influir en la aparición de la hipertensión arterial.

 

Consumo de ciertos medicamentos recetados, como los analgésicos, las píldoras anticonceptivas, los antidepresivos y otros pueden agravar o generar hipertensión.

 

  • Edad: Al envejecer, aumenta el riesgo de sufrir de presión alta. En los casos de los hombres, seguimientos puntuales y regulares a partir de los 45 años. Para las mujeres, después de los 65 años.

 

  • Raza: Es más común la hipertensión en personas de raza negra, cuya frecuencia se presenta a temprana edad. Con complicaciones graves como insuficiencia renal, ataques al corazón o accidentes cardiovasculares.

 

La presión alta mayormente se presenta en personas adultas, pero existen casos de niños con esta enfermedad, que suelen ser efectos causados por problemas en los riñones o en el corazón. También influyen los malos hábitos del estilo de vida, la falta de ejercicio o una mala alimentación.

Según el Ministerio de Salud de Panamá (MINSA) con el Censo de Salud Preventiva un 37%  de la población mayor de 40 años sufre de presión alta, y la mitad de estos no tiene síntomas.

 

LA PREVENCIÓN ES LA CLAVE PARA EVITAR COMPLICACIONES

Siga estas recomendaciones:

  • Reduzca el consumo de sal en sus comidas.
  • Elimine el consumo del tabaco y la exposición al mismo.
  • Comer frutas y verduras, recomendable al menos 5 porciones al día.
  • Evite el consumo de alcohol o limitar su consumo.
  • Realice actividad física de forma regular.
  • Mantenga un peso normal.
  • Canalice el estrés en modo saludable.
  • Monitoree su presión arterial de manera periódica si pertenece a los grupos de riesgo.
  • Ante un cambio considerable en sus mediciones, consulte con su médico.

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